Si vas a lanzar una marca o iniciar un proyecto o evento, uno de los pasos previos fundamentales es tener claro a quién quieres dirigirlo. Es decir, ¿quién es tu cliente objetivo? ¿cuál es el perfil de consumidor que identificas como más interesado en tu oferta? Para poder enfocar las acciones y personalizar los productos y servicios adecuándolos a sus intereses.
Por otra parte, hay muchas empresas operativas que no llegaron a plantearse la definición de su público objetivo y se encuentran con la problemática que no conocer a sus clientes, a quién están vendiendo el producto. Esto supone que no sepan cómo enfocar posibles cambios o mejoras en el producto y les cueste determinar la imagen que quieren transmitir.
Por lo tanto, en cualquiera de las situaciones, es fundamental tomar un tiempo para analizar a este público y las estrategias adecuadas para llegar a él, ya que, esto permitirá enfocar mejor el tiempo y los recursos que la empresa destina, al tener en cuenta que no nos dirigimos a todo el mercado sino a un segmento determinado al que nos vamos a esforzar en satisfacer. Al enfocarnos solo en un segmento tenemos menos competencia a la que hacer frente y podemos conocerlos mejor para crear estrategias personalizadas fundamentadas en sus necesidades e intereses:
- Modificaciones en los productos adecuadas a su demanda con promociones que les resulten interesantes.
- Solo usamos los canales adecuados para llegar a este público, sin invertir dinero en canales en los que no se encuentran.
- El contenido que creemos, tanto imágenes como textos y vídeos va enfocado a los intereses del público y van a prestarle más atención.
- Es más fácil definir las políticas de comunicación. Por ejemplo, si se trata de un público objetivo más joven, la marca será más espontánea y optará más por las redes sociales, en cambio, si es un público empresarial, puede declinarse por redes y eventos empresariales.
Para hacer la segmentación pueden usarse muchos criterios diferentes en función del producto o servicio que ofrezcamos, los principales tipos son:
- Sociodemográfica: en base al sexo y edad del público, su hábitat, nivel de estudios…
- Socioeconómica: en función del nivel de ingresos o de la clase social.
- Psicológica: es más específica, se hace en base a la personalidad, los valores o el estilo de vida del público.
Si tienes claro cuál es el mercado que quieres segmentar y los criterios que vas a tener en cuenta para segmentarlo, solo te queda identificar tu segmento de clientes para estudiarlo en detalle y empezar a hacer estrategias personalizadas para atraerlos hacia ti.