Es un factor a tener en cuenta por parte de las empresas: desde que Internet es accesible para la mayoría de los mortales las empresas se han dado cuenta de lo importante que es contar con un trocito de espacio en la Red. El famoso “si no se te ve no existes” es un ejemplo claro de ello.
Poco a poco la mayoría de compañías, grandes empresas, medianas y pequeños negocios se van concienciando del hecho de tener presencia en Internet es una parte más de la estrategia de marketing que desarrollen para ganar mayor volumen de mercado.
Las redes sociales son otro cantar. Nacieron como un espacio para particulares, pero poco a poco las empresas se han dado cuenta que contar con perfiles en determinadas redes es importantísimo para conseguir nuevos clientes, conservar a los antiguos y crear un espacio de comunidad entre empresa y usuario. Este último punto era hasta hace no muchos años una tarea bastante ardua para las grandes compañías, porque no podían contactar con su target de manera directa.
Sin embargo no todas las redes sociales son para todas las empresas. Depende del sector de negocio en el que se encuentre y, sobre todo, el público al que se dirija. Una organización con un target objetivo de entre 50-60 años es posible que no encuentre su espacio en Snapchat.
Es muy importante sentar unas bases para desarrollar una estrategia de marketing digital en redes, ya que una mala selección de perfiles puede afectar enormemente a un negocio.
No vamos a definir las virtudes y maldades de cada una de las redes sociales, pero un buen consejo sería seleccionar aquellas que ayuden a compartir contenidos de forma sencilla entre sus seguidores, y que permitan crear una comunidad entre ellos, de manera que sugerencias, quejas y novedades puedan ser transmitidas de forma directa. Así tanto negocios como clientes se aseguran de que sus mensajes serán escuchados.