Para tener éxito en una campaña de email marketing ya sabréis que es clave usar un título breve y llamativo, con un diseño muy visual y responsive y un contenido de calidad entre otros, como os explicamos en el artículo de “Newsletter como parte de tu estrategia de marketing” . Pero hay otro factor clave a considerar para que nuestras campañas de marketing tengan buenos resultados, al margen del diseño y los contenidos: ¿sabíais que uno de cada cinco emails enviados no llega a la bandeja de entrada de los destinatarios?
¿Por qué sucede esto? Porque los filtros antispam miden una serie de características para puntuar la reputación en email marketing, y en base a éstas deciden si envían el correo a la bandeja de entrada o a la de spam.
La reputación en email marketing depende de una serie de factores a considerar:
- La frecuencia y el volumen de los envíos: se debe mantener una frecuencia regular del período que establezcamos y un volumen estable o con incrementos progresivos. Si en muy poco tiempo el volumen de emails se duplica o triplica, los filtros antispam van a desconfiar de la procedencia de éstos y bajarán la reputación.
- Enviar correos a cuentas inexistentes: los spammers envían correos indiscriminadamente a cuentas aleatorias, por lo que muchas de ellas ni existen y tienen un rebote muy alto. Se debe mantener la lista de contactos limpia para evitar el envío de correos a estas cuentas.
- Ser marcado como spam por los usuarios: los filtros antispam consideran esta acción como una queja y la penalizan con la consecuente bajada de reputación. Para evitar estas quejas se deben conseguir cuentas solo de bases de datos fiables y no enviar correos sin tener el previo consentimiento del usuario.
- Infraestructura: enviar correos desde países considerados potencialmente peligrosos o con servidores poco fiables también hace pensar que se trate de una cuenta de spam.
- Enviar correos a cuentas spamtrap: es el factor que más afecta a la reputación, pero uno de los menos conocidos.
Las spamtraps o cuentas trampa son cuentas inactivas de correo que los propios proveedores de correo (Gmail, Hotmail, Yahoo…) crean para identificar qué remitentes les envían correos, basándose en la idea de que ningún remitente envía un correo a una cuenta que no existe, y que por lo tanto se tratarán de remitentes de spam. Enviar correos a estas cuentas no solo repercute en la reputación, sino que supone una pérdida de la credibilidad, bloqueos y se puede acabar en listas negras si muchas IPs bloquean al remitente.
Hay dos tipos de cuentas trampa:
- Las puras, que son creadas específicamente para detectar a spammers.
- Las recicladas, cuentas abandonas que los proveedores se hacen con ellas. Éstas pasan por un primer período en el que el rebote es muy elevado, para que los remitentes vean estos datos y la eliminen de sus bases de datos, y una segunda fase en la que son completamente una spamtrap.
Cuando a estas cuentas trampa llegan correos, informan del remitente a los propios proveedores de email, y éste baja la entregabilidad de sus correos al sospechar que pueda tratarse de una cuenta de spam. Es decir, los correos de este remitente empiezan a entrar en la bandeja de spam en vez de en la de entrada.
Es posible tener spamtraps en la lista de emails sin saberlo por distintos motivos:
- Por accidente: es el más común y aparece cuando un usuario introduce mal su cuenta de correo y esta se considera una spamtrap. Hay que tener especial cuidado cuando se escriben las direcciones a mano para después pasar a la lista.
- Direcciones falsas: cuando para recibir un cupón, participar en un concurso… se debe cubrir un formulario con los datos, los usuarios pueden ser reacios a facilitar sus datos reales e introducen una dirección de correo inventada.
- Introducir direcciones de las que no se está seguro. Por ejemplo, para contactar con una empresa de la que no se sabe el correo probar con las cuentas info@dominio, gestion@dominio u otras opciones. Si estas direcciones no existen pueden ser spamtraps.
- Registro de bots: si los formularios de registro no cuentan con sistemas de protección como captchas, cualquier bot puede registrarse en ellos con un correo aleatorio que posiblemente sea una cuenta trampa.
- Comprar bases de datos: por una parte, se estarían enviando correos a usuario que no han aceptado querer recibirlos y los podrían marcar como spam, y por otra, es posible que algunas de estas cuentas sean falsas o estén inactivas.
- Tener cuentas antiguas en la lista: si no se optimiza y limpia con frecuencia la base de datos se enviarán correos a cuentas inactivas o cerradas y que ahora son spamtraps. También se aconseja eliminar a los suscriptores antiguos que no abren los correos desde hace tiempo.
En resumen, para mejorar la entregabilidad y evitar las spamtraps se deben enviar correos solo a cuentas que han aceptado recibirlos y que pertenezcan a personas reales, para ello lo recomendable es usar el método del double opt-in, y mantener la base de datos actualizada.